lunes, 14 de septiembre de 2015



Hypnerotomachia Poliphili (El sueño de Polífilo), el libro más bello de la historia editorial

Luis M. Márquez
La edición de uno de los libros incunables más notables de la historia, Hypnerotomachia Poliphili es espléndida, en los tiempos en que el libro era considerado como un objeto de arte, cosa que se ha perdido con el tiempo, hasta el día de hoy, en que la edición se concentra más que nada en razones comerciales y nadie se ocupa de su belleza conceptual, lo que conocemos como arte-objeto. Y ahora, con la irrupción de la cibernética, el libro tiende a desaparecer o a transformarse en simple contenido que puede leerse en las pantallas de computadoras y tablets, es lo mismo que hacer el amor con un robot.
Hypnerotomachia Poliphili es considerado como el más bello libro de la historia (Venecia, diciembre de 1499). En cuanto vio la luz obtuvo un enorme éxito en los siglos XVI y XVII, y se tradujo rápidamente a diversas lenguas. El logro se le debe al taller del italiano Aldo Manucio. Ninguno de sus otros productos destacó desde la perspectiva de tipógrafo, pero nadie pondría en duda que esta pieza es una obra maestra del arte de imprimir, en la que se conjugan la belleza del tipo redondo, las hermosas ilustraciones y la calidad del trabajo del impresor. Puede ser que la razón sea que de todas las obras importantes de Aldo Manucio, sólo este libro lo imprimió por encargo y por lo tanto la ayuda financiera recibida le permitió dedicar tiempo y atención excepcionales a este magnífico producto de su taller. Manucio es además de editor, humanista y creador de tipos, y es reconocido como la personalidad más importante de los primeros tiempos de la imprenta.
No hay testimonio alguno de quién (o quiénes) son los creadore de las excelentes e inolvidables ilustraciones. Hay quienes opinan que en las ilustraciones trabajaron diversos autores, dado que son desiguales, es decir, se distinguen diferentes estilos, pero todos reúnen calidad y estética. En cuanto a su diseño y calidad siguen de cerca el texto y en ocasiones se relacionan de manera muy estrecha con la trama de la obra, ofreciendo al lector ilustraciones de cada pasaje, escrito en lengua latina, griega o hebrea, e incluso jeroglíficos de inspiración egipcia.
Esta obra ha sido definida por Clair como: “obra maestra del arte de la imprenta en la que la belleza del tipo y de las ilustraciones está realzada por el excelente trabajo de prensado”.
Enric Satué, en el ensayo “La huella de Aldo Manuzio”, publicado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, Madrid, 1998, cuenta cómo las ediciones de Manuzio fueron (y siguen siendo) un paradigma de rigor en los diferentes campos que rodean la edición. Conjuntando los mejores contenidos con los más bellos materiales y formas. Manuzio editó libros bellos por su exquisitez tipográfica y mimada encuadernación, pero bellos también en el trabajo académico y erudito con el que se cuidaba la recuperación de los textos clásicos (Manuzio se rodeó de un grupo importante de expertos consejeros que se encargaban de la selección de títulos, fijación de versiones, comentarios al texto, etc.); sin que tampoco haya que olvidar, ni mucho menos, la que fue, paradójicamente, una importante aportación a la industria editorial: aparición de las ediciones de bolsillo.
El erudito Francesco Columna (Colonna), el autor de Hypnerotomachia Poliphili (la traducción más difundida al escrito original es El sueño de Polífilo, aunque es más fiel la versión de que podría traducirse libremente como “El combate de sueños de Polífilo”, ya que del griego hypnos, ‘sueño’, eros, ‘amor’ y mache, machia ‘lucha’), murió en 1527 a los noventa y cuatro años de edad. Dejó a la posteridad una enigmática historia de amor que es, y siempre será, un producto tipográfico que merece alabanzas y elogios.
Con un total de treinta y ocho capítulos, la obra consta de dos partes: una primera en que Polífilo narra, entre sueños, su amor por Polia, y una segunda, con abundantes elementos autobiográficos, en que es la amada la que cuenta su historia. Se trata de una visión medieval, un poema alegórico de carácter enciclopédico, en el que el autor demuestra su acervo cultural en arquitectura, arqueología, jardinería, así como en ciencias en general. Fue escrita en italiano, con innumerables textos en latín y algunos en griego, principalmente. Quienes lo han estudiado consideran su lenguaje extravagante y oscuro, colmado de cultismos, palabras técnicas y extrañas que dificultan su comprensión. Se dice que Colonna se inspiró en Ovidio, en la Divina comedia y en la Amorosa visione de Boccaccio, aparte de en Vitruvio, Alberti, Apuleyo y Macrobio, entre otros autores celebres de la antigüedad.
Hypnerotomachia Poliphili no sólo es una historia de amor, es uno de los tratados más interesantes que sobre jardinería se publican en el Renacimiento. Para la historiografía es también uno de los primeros tratados utópicos del Renacimiento y un claro ejemplo de los ideales que inspiraron el jardín y la arqueología del siglo XVI en Europa, es la concepción teórica del jardín ideal, un jardín circular denominado Citerea, en el que el protagonista, Polífilo, viaja en busca de su amada Polia. En este viaje recorre una inacabable y abrumadora selva de especies, en donde la palmera está presente como reflejan también algunos de los exquisitos grabados impresos por Manucio. El jardín por el que viaja Polífilo, de hecho es un laberinto infinito.
Citamos un párrafo traducido al español de esta obra, en la que Polifilo recuerda:
“Luego... encontré una playa de arena y guijarros, sembrada dispersamente de algunos matojos de hierba. Aquí se presentó a mis ojos un alegre palmeral, con las hojas apuntadas y lanceoladas de tanta utilidad para los egipcios, con gran abundancia de su dulcísimo fruto. Las palmeras cargadas de racimos, eran de distintos tamaños: algunas pequeñas, muchas medianas y otras rectas y altas, símbolo elegido para representar la victoria por la resistencia que ofrecen al peso agobiante... no estaban apiñadas, sino guardando intervalos entre sí, pensando que las de Archelaida, Faselida y Libia tal vez no se podían comparar con éstas...".
Por otra parte, Emanuela Kretzulesco-Quaranta, en La Biblioteca Sumergida, Serie menor nº 10, hace una investigación profunda sobre el considerado libro más bello y enigmático del Renacimiento italiano: la Hypnerotomachia Poliphili. Su trabajo es una prolongada pesquisa detectivesca en bibliotecas y en los parques y villas, y en palacios, la que condujo a la autora a descubrir las claves del relato de Polifilo: “Una historia de amor que es alegoría de un itinerario espiritual, de una iniciación a la sabiduría hermética. Aplica las claves de la Hypnerotomachia a la interpretación simbólica de una serie de jardines, descifrando el lenguaje secreto de grutas y ninfas, templos, esfinges, obeliscos, laberintos, fuentes en los jardines antiguos (Palestina, Zagarolo, Villa Adriana, Ischia) y del Renacimiento y Barroco (Bomarzo, Villa d’Este, Camigliano, Collodi, Isola Bella) hasta culminar en Versalles.
Otros autores han opinado que: Se trata de “uno de los libros más curiosos y enigmáticos salidos de unas prensas”; “oculta una rara hermosura y un apasionado anhelo de perfección, sabiduría y belleza absolutas, bajo el signo del Amor”; “desde el mismo siglo XVI se ha visto rodeado de un aura de esoterismo enfermizo”; “está, todavía hoy, envuelto en misterios”; “en realidad es un injerto de poema alegórico de estirpe medieval y enciclopedia humanística de vocación totalizadora, ya que contiene una ingente amalgama de conocimientos arqueológicos, epigráficos, arquitectónicos, litúrgicos, gemológicos y hasta culinarios”.
Sea como sea, esta es una obra que independientemente de lo complicado que sería para un lector actual comprender a fondo, sin tener todas las referencias que se entendían en los tiempos en que se publicó, y que ha sido considerada, incluso como una obra hermética, vale la pena echar un vistazo, quizá más a que a su contenido, a su estética que lo hace una obra de arte admirable.





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