Las mujeres de Urías
Por Gabino Hernández A.
¿Matarías por ella? El
rey David según consigna la Biblia: sí, provocó la muerte de Urias para poseer
a Betsabé. ¿Matarías por él o a él? Salomé
pidió la cabeza de Juan el Bautista a Herodes. La literatura no está exenta de
crímenes pasionales tomados de la realidad: Helena de Troya, Cleopatra, Ana
Bolena ¿y todo por la belleza? Pero en la realidad, las mujeres comunes
provocan todo tipo de pasiones, entonces ¿es la calentura la que provoca tales
patologías? La pasión es algo raro, es un estado alterado de consciencia,
aunque no solo es desfogar la sexualidad, es Eros y Tánatos juntos, es un
hechizo, una posesión, un enervar el cuerpo hasta la locura.
Borges escribe que los nórdicos tiene un mito sobre un lugar llamado
“Urías, donde existen mujeres tan bellas
que una sola gota de sus saliva es suficiente para endulzar el mar” en este
(topos charites) ya no es la belleza un atributo de una mujer, ahora es un
lugar, espacio, región o país... cuyo principal encanto es generar mujeres tan
fascinantes como diosas.
Hermosura viene del griego: Kharites: atractivo, encanto,
gracia; de la misma raíz se desprende la palabra: Kha: desear. Las carites eran
las tres gracias: abundancia, alegría y belleza, hijas de Zeus y Eurinome. El
canto de las sirenas en la odisea hechiza a los marineros, los hace desear;
pero en esta metáfora la voz de las mujeres es ambivalente, puede ser un
encantamiento de amor o una maldición: captura, anulación, docilidad, locura y
muerte.
Fray Luis de León escribe que en toda relación amorosa existe
el amante y el amado, de tal manera que cuando el amante besa al amado el
primero pierde su alma y por eso tiene la necesidad de volver a besar al amado
para recuperar su alma; (pero al volver a besar se da cuenta que no la ha
recuperado y entra en ese momento en el encantamiento del amor). La
filematología es la ciencia que estudia el beso. Este intercambio de efluvios
es el más íntimo lazo, es el deseo y el objeto, es la belleza y el observador
unidos por el mismo cordón de la pasión.
Lo extraño de este arrobamiento es que sucede en la más llana
escena de la vida cotidiana, sin un genial juego de luces, sin un close up, sin
el super galán o la sex simbol del momento… es un encuentro (si se acepta el
oxímoron) extraordinariamente común… una mirada mutua, tal vez una feromona o
dos, un fascinar los ojos por no dejar de mirar, el acercamiento temeroso al
rechazo, quizá un suspiro, el deseo surge de la proximidad al placer… y hasta
aquí todo fue en segundos, más menos, un minuto o dos; recuerdo una frase de
Pillow Book de Peter Greenawey “la hoja en blanco tiene el aroma de la
entrepierna del nuevo amante” Los japoneses usaban almohadas huecas de madera o
porcelana donde atesoraban sus diarios íntimos… llagan los roces, el coqueteo
del acercamiento, el beso: placer de dioses, intercambio de almas… han pasado
ya dos o tres días, a veces sí a veces no, se besan sapos y ranas, para
encontrar la respuesta física a la pregunta obligada: ¿qué busco? La respuesta
es una variable cuyas cabezas más visibles apelan a la pasión, al amor, a la
completitud… estamos ya en el tálamo, el nerviosismo es erótico, el deseo es
carne, la saliva suave, los ojos dilatados, éteres, flujos, efluvios sagrados
capaces de dar vida, jadeos, venidas unitarias o en par, pero siempre dos
amadores, dos acariciantes, que hacen una magnifica bestia carnal, profana y
sacra, extasiada y satisfecha, cede, llega a la relajación, la separación, la
consciencia o inconciencia es determinada por la pregunta que no se dice nunca:
¿somos el uno para el otro? La respuesta la dejaremos para el Pillow Book de
cada lector, pues es tan íntima que se requiere una almohada hueca para
resguardar, las grafías del amor.
¿Las mujeres de Urías son tan bellas porque son creadas por
los dioses?, o ¿los hombres de ese lugar son hermosos también? ¿Cómo antítesis
de una dialéctica de la belleza son los hombres de Urías feos?, sea como sea,
ese mítico lugar habitará en el inconsciente colectivo hasta que la estética de
lo horrible sea el pensamiento elegido, por los amantes de la belleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario